El sueño de toda persona que hace surf es llegar a hacerlo en olas perfectas, como no, con poca gente, agua caliente e incluso con un fotógrafo en la orilla para inmortalizar el momento. Todo esto esta muy bien y en busca de ello se van a la aventura miles de personas al año, Indonesia, Hawaii, Tahiti, Polinesia, Africa etc son destinos de surf que suelen reunir condiciones para encontrar esas condiciones soñadas.
El problema es que en ocasiones después de un viaje agotador hay gente que en vez de encontrar su sueño encuentra su peor pesadilla, las olas perfectas que vemos en los vídeos de surf puede que lo sean para los pros de los vídeos, que bajan olas con pendiente negativa y pasan secciones de tubo imposibles para un surfer de nivel medio, pero yo «Perico de los Palotes» me encuentro con 3 metros de olas hueca rompiendo sobre dos palmos de agua encima de un arrecife afilado y pensando que me voy a matar en la primera sesión.
https://vimeo.com/136938394
Aquí es cuando entra el pánico, las olas perfectas están delante de tus ojos pero acabas de descubrir que en el vídeo es todo más fácil, no te ves capaz de bajar esas olas rapidísimas y menos de salir de esos tubos, sabiendo que si te caes vas a comerte el coral y vas a pasar un muy mal rato encerrado en el reef. Hay otros picos más asequibles en la zona pero tu viniste a surfear esta ola y en la primera sesión ya descubres que esa ola no es para ti.
Ahora pueden pasar dos cosas, que agaches las orejas y pierdas medio viaje porque no te atreves a meterte y debes esperar a que salga el resto de la gente del agua para que te lleven a una ola más fácil o meterte y probablemente pasar el peor rato de tu vida.
Moraleja: ten cuidado con lo que sueñas, se puede hacer realidad, si nunca surfeaste 3 metros, o tubos profundos, o sabes pasar secciones rápidas mira bien donde te vas a surfear no sea que tu viaje soñado se te convierta en una pesadilla.
Personalmente me pasó algo así en la ola de Cokes en Maldivas, veníamos de disfrutar como locos en Jails, Sultans, Lohis etc y nos encontramos con unas olas muy difíciles para nuestros longboards, rápidas, con una primera sección de tubazo que nos parecía imposible de pasar, hasta que veías a Pablo Gutierrez metiendose unos tubazos de vídeo sin mojarse el pelo y con una última sección que se quedaba totalmente seca. Precisamente en esa última sección me di un susto gordo cuando con el agua por la rodilla se me vino encima un serión, más tarde en otra ola partí el invento y me tuve que salir por el reef a por la tabla. No me gustó nada el baño y eso que pille buenas olas pero estaba por encima de mi nivel en aquel momento.
