Surf y Covid

Como a todo en este mundo, el covid-19 está afectando a todos los aspectos del surf, tanto a nivel deportivo como económico, como no podía ser de otra manera.

Lo que más está afectando son las restricciones de movilidad o actividad, desde hace ya casi un año tenemos que lidiar con cierres perimetrales, restricciones de movimiento que impiden llegar a la playa e incluso imposibilidad de practica deportiva.

Por otro lado, está el aspecto económico, toda la industria se está viendo afectada, desde las pequeñas tiendas de surf, los talleres y fabricas de material y hasta las grandes marcas las están pasando canutas.

Hemos podido ver imágenes subrealistas por todo el mundo, la policía deteniendo o persiguiendo a surfistas a la salida del agua por incumplir normativas anticovid, incluso cosas demeciales como este caso del vídeo.

Hay que destacar un aspecto increíble de esta crisis, no hay stock de material duro en el mercado, los neoprenos escasean y todo lo que llega al mercado desaparece, es una paradoja de esta crisis, las fabricas han estado paradas mucho tiempo y ahora no son capaces de rellenar el stock roto durante tantos meses.

A nivel competitivo es un desastre, las restricciones han parado todo, desde los campeonato locales, circuitos nacionales, europeos y mundiales, todo parado. Y esto para los deportistas es tremendo, perdida de ingresos, de patrocinadores, de ritmo competitivo, todo cuando por fin el surf entra en las ansiadas olimpiadas.

La única parte del sector que está aguantando mejor en España son las escuelas de surf, la temporada alta que es el verano se salvó bastante bien, el turismo nacional lleno las playas de gente deseosa de actividades al aire libre e inyecto algo de dinero a esta industria, pero en octubre volvió todo a la negra senda con cierres y restricciones, parando toda la actividad invernal de entrenamientos.

Hay mil y un aspectos afectados en esta crisis sanitaria, crucemos los dedos para que pronto podamos liberarnos de ella y volver a nuestras olas con normalidad. Crucemos los dedos.